Escrache es el nombre dado en Argentina, Uruguay y España a un tipo de manifestación pacífica en la que un grupo de activistas de Derechos Humanos se dirige al domicilio o lugar de trabajo de alguien a quien se quiere denunciar. Se trata de un método de protesta basado en la acción directa que tiene como fin que los reclamos se hagan conocidos a la opinión pública.
La palabra nació en su uso político en 1995 en Argentina, utilizada por la agrupación de derechos humanos HIJOS para denunciar a los genocidas del proceso liberados por el indulto concedido por Carlos Menem.
En Chile estas acciones son conocidas como funa. La versión peruana, con una connotación más simbólica, se llamó roche y sus activistas firmaban como "El roche".
A partir de marzo del 2013 este término está siendo empleado repentina y masiva mente en España, por los medios de comunicación, para definir las protestas de acción directa de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Estas manifestaciones han causado malestar por parte de los políticos que han sido su objetivo: ocho populares denuncian coacciones de activistas que dicen llevar a cabo una campaña pacífica a favor de la dación en pago.
El objetivo de estos escraches es informar a los diputados de las consecuencias dramáticas que podría tener su rechazo a la iniciativa legislativa popular que han presentado en el Congreso en favor de la dación en pago.
El problema es que, aunque subrayan que se trata de una campaña pacífica y que respetan la libertad de voto de los parlamentarios, los que han sufrido el escrache lo consideran acoso y coacción.
Los diputados que hasta ahora han sufrido este acoso denuncian esta situación alegando que invaden su vida privada como Esteban González Pons, ya denunciaron en la comisaría del Congreso el acoso sufrido ante sus domicilios particulares.
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, anunció que este Cuerpo tomará todas las medidas necesarias para que ningún ciudadano ni representante político sufra agresiones durante protestas ante sus trabajos o domicilios.
Para evitar este tipo de manifestaciones el secretario de Estado de Seguridad ha anunciado que se establecerá un cordón de seguridad de 300 metros alrededor de las viviendas en las que se hayan convocado escraches.
FUENTES DE INFORMACIÓN:
María Martín García 2º Bachillerato B
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