¡Hola chicos! Con mi entrada quería contaros una noticia que me ha resultado curiosa y a la vez interesante y es que la pasada noche del domingo, el río Guadiana comenzó a entrar a Las Tablas, era algo que no ocurría desde hace más de 25 años. El acuífero 23, que fue sobreexplotado durante décadas por el regadío, sigue asombrando a expertos y se recupera debido a lluvias de años anteriores, lo que supone la aparición de «nuevos ojos» en el río.. Una situación que puede dure poco, pero
demuestra que con control e inversiones hasta el ecosistema más ajado puede recuperarse.
Desde mediados del mes de octubre los técnicos del parque detectaron la aparición de un gran encharcamiento entre los molinos hidráulicos de Griñón y Nuevo que provocó que el agua comenzara a circular ligeramente por el cauce del río Guadiana.
Bajo el restaurado molino de Molemocho, a la entrada del parque nacional, se escucha el rumor del agua. Es una fina lámina constante que crece por momentos. Normalmente, el molino estaba cerrado para evitar que el agua de Las Tablas escapara por el Guadiana, en un fenómeno esperpéntico que ha dado lugar en ocasiones a un Guadiana remontante. En esos casos, el agua del parque —a veces bombeada desde el subsuelo— corría en dirección contraria a la natural. La topografía del terreno es tan llana, que casi todo es posible en este rincón de Ciudad Real.
Periódico El Pais
Periódico ABC
Anabel Ballesteros Valenzuela
2º Bachillerato A
Geografía
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